Una buena forma de captar información a través del oído es, simplemente, cerrar los ojos.
La cantidad inmensa de atención que el cerebro dedica a la información visual impide la captación detallada de información con los otros sentidos (o, por lo menos, les deja poco espacio).
Inspirados en esta premisa, inhibir una habilidad para prestar mayor atención a otras, hemos desarrollado uno de nuestros juegos favoritos para aprender como porterx de balonmano: el lanzamiento sin balón.
El entrenador/a se sitúa frente al portero/a y se dispone a lanzar a gol, pero sin balón. Tanto el esférico como la portería son imaginados por ambos.
El portero/a tiene las manos en la cabeza y no puede usarlas. Su objetivo es detener el balón imaginario, con la rodilla (levantando la pierna e impulsándose hacia ese lado).
El balón tiene un atractivo atencional espectacular. Al no haber balón (al tener que imaginarlo), el portero/a se basa en el gesto de lanzamiento, es decir, se da cuenta que el balón no sale de la nada en una dirección aleatoria, sinó que su trayectoria se corresponde con el empuje que le haya dado el lanzador.
Entonces, la única (y espontánea) forma que tiene el portero/a de saber si acertó o no es proyectar en su mente hacia dónde habría ido el balón, acorde al gesto de lanzamiento efectuado. Un cálculo no solo simple e inmediato, sinó también muy fiable.
En este juego, todxs lxs porterxs se dan cuenta enseguida, de la cantidad de veces que se echan a un lado equivocándose, porque han "picado" a las fintas o engaños del lanzador con la mirada o el cuerpo. Es entonces cuando empiezan a ponerle mucha más atención, y se produce una gran mejora en pocas sesiones.
Aprovechamos cada repetición del juego para trabajar también la técnica. Al impedir usar los brazos (que se llevan la major parte de la motricidad habitual) el portero/a debe impulsar con la pierna correcta, para poder levantar la otra. Es así de simple, un gesto rápido con la mano, que corregiría impulsos de piernas equivocados, sencillamente, no se puede producir. Así que, el portero/a en seguida se da cuenta que debe estar en equilibrio y decidir al último momento, apoyarse en una pierna para levantar la otra. No existe otra forma de "parar" el lanzamiento. A las pocas sesiones, no solo se mejora la táctica sinó que también la técnica adquiere una dimensión mucho más cómoda y eficiente.
En el Keeper-Simulator hay dos variantes para trabajar este concepto táctico:
Los ejercicios con gafas 3D también se basan en estos principios.