Pararse a mirar el mapa

Planificación. Esa palabra solemne dónde todo está escrito y todo cuadra -el mundo parece ser perfecto y estar acabado-. Es, sin embargo, evidentemente, un ser vivo, mutante, que se mueve, como los son nuestros deportistas. Todo lo que prevemos nos ayuda a tener en cuenta muchos detalles, muchos, a la hora de entrenar para mejorar. Pero vale la pena detenerse a veces para observar. Sacar el mapa y comprender mejor el recorrido.

Realizamos un test de autoevaluación

Se trata de complementar la planificación del entrenamiento con la opinión del propio deportista. Así, podemos conseguir varias cosas muy valorables:

Que el propio portero se dé cuenta de los detalles que estamos entrenando y tome mayor consciencia de ellos.
Que el deportista se implique en el trabajo de entrenamiento, al darse cuenta que es protagonista y su opinión en tenida en cuenta.
Que el portero opine libremente sobre su mejoría en el reto deportivo, sin tener en cuenta los resultados del equipo en ese momento.
Que los entrenadores tengamos información sobre cuáles consideran que son sus puntos fuertes y sus puntos débiles.
Poder contrastar nuestras observaciones sobre qué aspectos han mejorado con las suyas propias. No siempre coinciden y eso es muy interesante para comprender mejor y personalizar el trabajo.
Aprovecharemos el entrenamiento en el Keeper-Simulator, para realizar ejercicios personalizados para ciertos porteros y ciertos contenidos, además de la planificación común.
Comparar, con el paso de los meses, como evoluciona el portero y la propia percepción de sus cualidades, factor psicológico trascendental.